
En medio del aplauso y el llanto de su gente, Pedro Zurita Paz, alcalde de la Provincia de Huaura, fue sepultado este martes en la Cripta de los Héroes del Cementerio General de Huacho.Nadie se quiso perder el último recorrido de este ilustre huachano por las calles de su ciudad, con la que siempre se identificó, por la que tanto luchó y sacrificó.
Desde el niño hasta el anciano, todos dijeron presente en el adiós a su líder.LA MISALos actos de despedida a este insigne hombre, se iniciaron al promediar el medio día con el traslado del féretro a la Catedral San Bartolomé que estuvo abarrotada, incluso en el atrio no cabía un alfiler y ni qué decir de las escalinatas, el bulevard Sáenz Peña que él remodeló, es por ello que la población tomó parte de la Av. Echenique y la Plaza de Armas.
La misa duró poco más de una hora y fue celebrada por el mismísimo Obispo de la Diócesis de Huacho, Monseñor Antonio Santarsiero, por quien el extinto alcalde siempre mostró respeto como lo hizo con cada uno de los ciudadanos que tuvo la oportunidad de conocer.En primera fila estuvieron doña Tomasa Paz, su anciana madre, Elena Barnechea, su esposa, el menor de sus dos hijos Alfredo Zurita, sus cinco hermanos y otros familiares más cercanos, en la fila paralela estaba el Concejo Provincial en pleno y detrás de ellos, las diversas autoridades, dirigentes, líderes políticos de esta provincia, como de otras de la región Lima y desde luego, su pueblo.
Una fotografía del desaparecido alcalde acompañó el recorrido hacia su última morada, ésta fue portada en un primer momento por sus familiares, luego, funcionarios ediles y posteriormente lo hicieron sus amigos y militantes del MODEP.
LOS TRABAJADORES
El primer homenaje que recibió, fue el de los trabajadores de Construcción Civil y de los servidores municipales, para ello el féretro ingresó a los ambientes en construcción del Palacio Municipal en la Plaza de Armas, en donde Judith Chirinos, asistenta social de la comuna huachana, agradeció su preocupación por la masa edil, su vocación de servicio y su don de gente.Los rudos obreros de construcción, cambiaron sus pesadas herramientas por rosas y flores que deshojaron para arrojarlas al ataúd de quien les dio la oportunidad de un puesto de trabajo, respetando sus derechos laborales.
EL RECORRIDO
El cortejo fúnebre tomó la Av. Grau recibiendo a su paso las muestras de respeto de la ciudadanía, que lo esperaba en las veredas y en medio del asfalto.
El mar humano tuvo que hacer su segunda parada en las afueras de la Cámara de Comercio y Producción de esta provincia, aquí su presidente, Werchiman Arellano le tributó un homenaje recordando las intensas y múltiples reuniones sostenidas con miras a fortalecer el trabajo de esta institución que albergó a Zurita siendo incluso su presidente.
Es esta entidad, la que se convirtió en su trampolín para llegar a la alcaldía provincial, fue su último escenario público antes de iniciar su campaña electoral en el 2006.El maestro y músico Juan Santos, se hizo presente no solo para el tradicional toque de trompeta, sino que con este instrumento musical tocó la canción “Amigo” de Roberto Carlos y “Querido Viejo”.
SU CASA
Fueron cinco cuadras las caminadas para llegar hasta la primera cuadra de la Av. Túpac Amaru en donde vivía. Aquí un crespón negro estaba colocado al ingreso del pasaje en el que construyó su casa y en el que vivió junto a su esposa y sus dos hijos. Como era de esperarse, sus vecinos también le dieron una emotiva despedida.
Una paloma blanca, fue entregada a su esposa Elena, quien luego la soltó al aire en señal de paz, ésa que siempre promovió su esposo.
EN EL MODEP
El féretro, siempre en hombros de quienes lo quisieron, siguió su recorrido a lo largo de la Av. 28 de Julio, vía que tantas veces recorrió en campaña, como autoridad en tantas festividades, con su familia, con los amigos, con su pueblo, como aquél 6 de octubre del 2009, día en que salió y encabezó la marcha en defensa de Huacho como sede del GRL, lucha en la que se mantuvo firme y contundente, pues él fue uno de los artífices de la creación de esta institución, sin nunca vanagloriarse de ello.Llegó hasta el local del Modep, organización política que él fundara y en donde una vez más se abrió el cajón, su hijo Alfredo besó la luna que cubría el rostro de su padre, su esposa Elena hizo lo mismo.
EN EL MODEP
El féretro, siempre en hombros de quienes lo quisieron, siguió su recorrido a lo largo de la Av. 28 de Julio, vía que tantas veces recorrió en campaña, como autoridad en tantas festividades, con su familia, con los amigos, con su pueblo, como aquél 6 de octubre del 2009, día en que salió y encabezó la marcha en defensa de Huacho como sede del GRL, lucha en la que se mantuvo firme y contundente, pues él fue uno de los artífices de la creación de esta institución, sin nunca vanagloriarse de ello.Llegó hasta el local del Modep, organización política que él fundara y en donde una vez más se abrió el cajón, su hijo Alfredo besó la luna que cubría el rostro de su padre, su esposa Elena hizo lo mismo.
Fue un acto conmovedor, como lo fue el discurso de su amiga y compañera política, Marianela Junco.Los estudiantes de la Academia Municipal Pre universitaria que él creó y en el que 700 jóvenes se preparan para ingresar a la Universidad sin costo alguno, también lo despidió.
¿Quién fue el maestro?, preguntó a todo pulmón Edgar Chumbes, director de la Pre, ¡Pedro Zurita!, respondieron al unísono los estudiantes, ¿y qué somos nosotros?, volvió a preguntar el Lic. Chumbes, ¡Su obra!, respondieron los jóvenes envueltos entre el llanto y los aplausos.
EL TRAMO FINAL
El camino prosiguió hasta llegar a la Av. San Martín, el domicilio signado con el Nº 127 fue la casa en la que nació, se crió y creció, las viviendas lucían un crespón negro y mostraban una gigantografía con el rostro del buen vecino que había partido al viaje sin retorno.
“Pepe, estás en tu palacio, éste es tu humilde palacio. Jamás te olvidaremos, éste es tu barrio, testigo de tantos momentos”, dijo Blanca Cacho, en representación de los vecinos.Cuando estaba a punto de ingresar al cementerio, el recorrido cambió, la vendedoras de flores en cuyas sombrillas tenían el crespón negro en señal de duelo, reclamaron que acerquen el ataúd, le arrojaron flores por doquier y gritaban frases sentidas confundidas con el llanto.
El pasaje “Los Laureles”, también forma parte de la historia de Zurita, aquí peloteó con su entrañable amigo Roberto Zevallos, con quien el año pasado estuvo inaugurando el asfalto, después de 40 años de reclamos, es por ello que los vecinos exigieron el paso del féretro.
Las aguerridas mujeres pidieron cargarlo, pero la familia no quiso en un primer momento, pero cedió ante el llanto de estas damas que querían despedir al amigo.
Ellas el año pasado cuando celebraban el asfalto, también cargaron en sus hombros al alcalde.El colegio Domingo Mandamiento Sipán, también lo despidió, allí Zurita dejó sus enseñanzas en sus aulas.
Cerca de las 6:00 p.m. el ataúd con los restos del extinto alcalde, ingresó al campo santo y después de una sentida ceremonia que incluyó la entonación de la canción “Buen Amigo”, compuesta por Martín Gutiérrez para el burgomaestre. Se le entregó a su esposa, la medalla cívica de la ciudad y la resolución en la que se le declara “Hijo Predilecto de Huacho”. Luego fue dejado en la Cripta de los héroes.
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